Para que se note que estamos aquí os dejo esta fotico nada típica, realizada directamente con el móvil y esa maestría que Dios me ha dado:
Cansados de la vida mundana, hemos decidido recoger los bártulos y poner rumbo al norte, a tierras sajonas. Pero no está siendo fácil. La verdad es que esto podría dar para una serie que estaría entre "Primos Lejanos", "Arriba y abajo" y "The Walking Dead".
Por suerte encontramos un blog que es como la bíblia de todos aquellos españolitos que salimos a conocer mundo con la boina aún bien apretada. Se llama Diario de un Londinense y nos está ayudando bastante.
Yo si no hubiese sido por esta web habría sido incapaz de poder solicitar vía telefónica (la única vía por la que se puede hacer) la cita para conseguir el NIN, por ejemplo. Y no, en la Gran Bretaña, NIN no son las siglas de Nine Inch Nails (grupo al que por cierto vi aquí este viernes pasado, pero esa es otra historia). NIN aquí significa National Insurance Number, que no es otra cosa que el numerito de la Seguridad Social que necesitas para vivir y ser ciudadano aquí, basicamente para tener tu médico y poder buscar trabajo.
Resulta que los británicos tienen un sentido del humor muy peculiar para estas cosas de los trámites burocráticos cuando eres un extranjero recien llegado y con leves conocimientos del inglés.
Necesitas sacarte el numerito, PERO para ello solo puedes concertar cita vía telefónica, PERO para que te cojan el teléfono debes llamar con un número británico, si llamas con tu número español o de donde sea no te lo cogen. Os preguntaréis por qué. Pues porque para darte el númerito necesitas demostrar que ya estás residiendo en Reino Unido (de hecho cuando vas a la oficina te piden una "prueba de domicilio", cualquier factura a tu nombre que demuestre que tienes domicilio aquí).
Así que lo primero que hay que hacer nada más llegar a Londres es tener un sitio donde quedarse unos meses, ir a una compañía telefónica y hacerse una cuenta de móvil británica y que te manden la carta de tu factura a ese domicilio. O también puedes ir a un banco y abrirte una cuenta y esperar que el banco te mande la primera carta a casa como prueba de residencia. Pero el móvil inglés lo necesitas igualmente para llamar a esta gente y que te lo cojan ;)
Después está "la prueba de la llamada". El operador que te atiende al otro lado te hace un cuestionario de preguntas antes de darte la cita y si no le entiendes bien, le preguntas dos veces que si te puede repetir, tardas dos segundos en contestar, o él no te entiende bien a ti, en el mejor de los casos te dice que llames en otro momento (dándote a entender que llames cuando sepas inglés so ignorante), y en el peor de los casos simplemente te cuelgan sin más :D
Pero gracias al cielo que existe la web que os comento, donde tienen colgado un texto con toda la conversación y las preguntas con las respuestas punto por punto que te hace el operador. Así puedes utilizarlo a modo de guión para realizar la llamada, que fue lo que hice yo. Y aún con esas, tuve que llamar dos veces, porque la primera teleoperadora que me tocó se saltó varias preguntas de la lista y a la segunda vez que le dije "what?" ya la chica se puso borde. Eso si, yo antes de que me cuelguen cuelgo yo con dos cojones. Colgué, respieré hondo, me repetí para mis adentros "¡Venga, que tu puedes!" y volví a llamar. Y a la segunda me tocó una mujer super maja a la que entendía perfectamente ¡Yeah! Cita concertada.
Eso si, el día que fui al "Job Center" para la cita el hombre que me atendió fue otra historia... Pero por lo menos a las malas, cuando llamas para pedir la cita, puedes pedir que haya un traductor para tí ese día, pero yo no lo dije :)
El hombre no entendía el concepto de "unknown father" para rellenarme los datos. Yo le decía que mis apellidos son los dos de mi madre, que no tengo padre, y el hombrecillo me preguntaba "Your father died?", y yo le contestaba "Que no hay father, leñe", pero le costó, le costó. También debo decir que el tio este tampoco era británico y trabajaba en el Job Center con un inglés muy parecido al mío... La suerte que tengo con todo.
Aún así, hasta que no me llegue el papel a casa (tardan un mes en enviártelo) y vea que me lo han puesto todo correctamente, no las tengo todas conmigo.
Por otro lado está el tema de la búsqueda de casa, que ya comentaré en próximas entradas cuando lo tengamos todo finalizado. Pero todo esto me está recordando a Astérix y Obélix en la casa burocrática romana en la película de "Las doce Pruebas". Aquí lo enlazo, por si no lo recordáis:
Menos mal que todo no ha sido malo este primer mes. También hemos tenido momentos curiosos.
Como el descubrimiento de lo que los british consideran que es la auténtica paella española... con chorizo...
No la hemos probado. Nos da miedo catarla y que se nos tapone una arteria.
Lo que peor llevas cuando te mudas a un país extranjero sin conocer el idioma es que haya gente que te trate como si tuvieras algún tipo de retraso mental simplemente porque no hablas su idioma. Aquí no te hablan más alto pensando que igual así les vas a entender y contestar, como haríamos en España, directamente te tratan como si fueras imbécil :)
Pero luego también hay británicos majos, solo que de momento nos está costando más encontrarlos. De hecho, ellos tienen un chiste muy típico que les define perfectamente: "Los que saben dos idiomas son bilingües, los que saben tres idiomas son trilingües y los que solo saben un idioma son ingleses".
Así que, con paciencia.
En próximas entradas: Cómo viajar por el metro de Londres en hora punta y no morir pisoteado, El santo Job en Londres y su búsqueda de casa, y En el terrorífico mundo de los dulces saturados en cada esquina.