Y no lo digo solo por el que salta a la vista, que es la graciosa revisión que ha hecho del clásico Frankenstein de 1931 y de La Novia de Frankenstein de 1935 -en uno de los momentos-. Sino porque la peli es una hora y media de alusiones y homenajes al cine de terror a diestro y siniestro.
Es toda una declaración personal de amor por este mundo de serie B.
Con cariño se recuerda a Vincent Price y Bela Lugosi, gracias a la ayuda de Martin Landau, quien también con ello es así mismo homenajeado.
Pero también a Boris Karloff o Lon Chaney y a las grandes criaturas del género.
Quien iba a decir que de la idea de su segundo corto realizado en 1984 iba a poder obsequiarnos 28 años después con este regalo.
Por eso os animo a verla y pasar un rato agradable intentando destapar todos estos entresijos.
Porque para todo gran amante del cine de terror, esta es la peli que soñamos poder poner algún día a nuestros pequeños vástagos :D
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